Restaurante para Bodas cerca de Sabadell: La Boda de tus sueños

Existen pocos entornos rurales tan atractivos en el Vallès como el que envuelve la gran Masía de Can Mauri, con más de medio siglo de historia, muy cercana a Sabadell y Sant Cugat, que ofrezca la posibilidad de disfrutar de todos y cada uno de los detalles que diferencian una boda normal, a una boda perfecta, como la que siempre soñamos, en esta Masía reconvertida en Restaurante para bodas.

 

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Muchas veces tenemos de elegir el restaurante para nuestra boda valorando varios aspectos, y decidiendo cual de ellos prima por encima de todos, así que muchas parejas escogen entre las múltiples opciones dependiendo de si el aspecto de más valor es la calidad de la cocina, el entorno, los preparativos, los servicios añadidos (caballos, DJ, orquestas…), la proximidad, el precio… Pues en Can Mauri encontraremos que cada uno de estos detalles cuenta con la calidad máxima, ofreciéndonos la posibilidad de escoger este restaurante para nuestra boda, sin necesidad de tener de renunciar a alguno de aquellos detalles que siempre habíamos soñado, para vivir la boda perfecta.

Actualmente, el restaurante Can Mauri, es el lugar de referencia para los ciudadanos de Sabadell, Terrassa, Sant Cugat y todo el Vallès para realizar nuestra boda. Además, en este año 2014, la página web , ha premiado el trabajo de este restaurante para bodas con el premio “Awards Wedding 2014“.

No dudes en pedir presupuesto e información contactando con el restaurante para bodas Can Mauri.

CÓMO ESCRIBIR LAS INVITACIONES DE BODA

Hola a todos y bienvenidos un día más al blog de Can Mauri, tu restaurante de bodas. Mucho se ha hablado ya de las invitaciones de boda, de cómo diseñarlas, qué modelo escoger, de los colores, formas y texturas, etc. Pues hoy en Can Mauri, restaurante de bodas, os vamos a dar algunos consejos prácticos sobre cómo escribir y enviar las invitaciones de boda, ya que una de las mejores partes de la celebración es el poder compartirla con nuestros seres queridos. Es importante saber cómo se invita, el número de invitaciones que necesitamos y cómo se las hacemos llegar a los interesados. Pensad que la invitación de boda es la carta de presentación, no solo nos invita a un evento, sino que nos dice muchas más cosas si sabemos observar con atención.

La primera premisa que queremos destacar en Can Mauri, restaurante de bodas, es que toda invitación debe llevar el nombre del destinatario, a quien va dirigida la invitación, en este punto existen múltiples opciones dependiendo de la relación que tengamos con el destinatario o de las costumbres de cada cultura o lugar. En general, las formas más habituales de escribir el destinatario son:

Cuando la persona está soltera ponemos su nombre completo. Si queremos invitar también a una posible pareja que no conocemos, podemos poner la fórmula “…y acompañante”. De esta manera que especificado que puede llevar un acompañante sin especificar si se trata de una pareja, un cónyuge o un amigo.

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Cuando invitamos a un matrimonio podemos poner los nombres de ambos, de hecho, actualmente es la fórmula más utilizada en detrimento de la antigua combinación de “Sr. Martínez y Sra.”.

Si invitamos a toda la familia, es habitual escribir el nombre del cabeza de familia y añadir “…y familia”. De esta manera quedan incluidos todos los miembros. Si la familia es de solo tres miembros, podemos poner el nombre de los tres.

Una vez tenemos las invitaciones escritas debemos entregarlas, bien en persona o enviándolas (siempre la domicilio, nunca al lugar de trabajo). Con el número total de invitaciones también podemos escribir la relación de personas que acudirán al convite. Por ejemplo, en Can Mauri, restaurante de bodas, pondremos la localización de cada uno de los invitados en la mesa correspondiente. Y una vez enviadas las invitaciones ya solo cabe esperar la respuesta de cada invitado para poder continuar con los preparativos de uno de los días más especiales en la vida de una persona.

 

Bodas: Peculiaridades y supersticiones

Supersticiones. Creencias que marcan la vida de un modo o de otro. Hay quienes creen que por llevarlas a cabo, o por el contrario, evitarlas, se librarán del contexto que llevan interiorizado, pero no por ello, en realidad, las cosas saldrán bien, o mal.

En la vida, hay miles de cuchicheos de esta índole que afectan a múltiples campos de acción, y por supuesto, uno de ellos es el de las bodas. Una boda se compone de momentos, y cada momento tiene su qué. Peculiaridades que hacen del devenir de ésta una boda diferente y original.

Porque seguro que ya los conocéis, pero sobre todo para recordarlas todas; hoy en nuestro blog de Restaurante Bodas, queremos hablar sobre estas peculiaridades y supersticiones que envuelven el misterio de toda boda. Tradiciones que con el paso de los años se han seguido manteniendo y han hecho de cada enlace, un rito único y maravilloso, que forma parte de aquel álbum que pasará a nuestra memoria histórica, denominado “Los mejores días de mi vida”.

Por ejemplo, comencemos por ellas y por aquello que generación tras generación, se ha ido trasladando de madres a hijas y se ha convertido ya en todo un ritual cuando debemos vestirnos de blanco. Y es que en nuestro vestuario no pueden faltar tres cosas: algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul. Empezamos con las supersticiones. Normalmente, algo nuevo lo es el vestido, los zapatos, la ropa interior… Cosas que verdaderamente, estrenamos ese día, porque es único y especial. Algo prestado, pasa comúnmente porque alguien nos preste alguna joya antigua que podamos lucir ese día acorde con el traje de novia que llevamos. Algo viejo, para mostrar el sentido de continuidad en la vida, y que puede ser también una joya propia, un pañuelo… Y, finalmente, el azul, que puede verse reflejado en cualquier detalle: una horquilla de pelo, una cinta, el ramo de flores, pero la gallina de los huevos de oro, en este sentido, suele pasar por la liga. Otra peculiaridad inolvidable. Toda novia tiene que llevar ese complemento bajo los faldones. Por tradición, para posibles sorpresas durante el transcurso de la boda… ¡Quién sabe! Ahí reside la magia. Pero es indispensable llevar este complemento para ellas.

Otra superstición más que instaurada en toda boda, que les afecta a ellas pero también a ellos, es el traje, o vestido, de novia. Como reza el dicho, es el secreto mejor guardado, y por ello, nadie a excepción de ella y de sus compinches a la hora de elegirlo (alguna amiga, madres, hermanas…), son las encargadas de mantener en vilo a propios y ajenos, hasta el momento crucial, la entrada en la iglesia, o si es por lo civil, juzgado. Dice la superstición que sino, trae mala suerte para la pareja.

 

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¡Y no se te olvide, novia! Tienes que llegar un pelín tarde a la cita. Tampoco hace falta hacer esperar a los invitados una hora, pero unos minutillos de intriga y suspense, funcionan más que bien.

Al salir de la iglesia, también es tradición, lanzar el típico arroz o, en estos últimos tiempos, pétalos de rosas a los novios, como símbolo de fertilidad. La verdad, que nos parece muy bien que todos nos deseen prosperidad y consumación en nuestro matrimonio, pero seguro que si preguntamos por ahí, o por haberlo vivido en nuestras propias carnes e nuestra boda, el arroz duele. Si no queréis que vuestra integridad física peligre, decidles a vuestros invitados que sean más originales y se ahorren ese alimento que, además, convierte el impecable esmoquin del novio, en un perfecto traje a lo dálmata.

Podríamos seguir, pues peculiaridades y supersticiones de este tipo, en bodas, hay muchas. Por muy poco supersticiosos que seamos, seguro intentaremos cumplirlas. Todos lo hacemos, en menor o mayor grado. Desde Restaurante Bodas, os deseamos toda la suerte y que disfrutéis de un día inolvidable en vuestra boda.

 

 

Ponle un digestivo a tu menú

Ponle un digestivo a tu menú

Qué decir de lo que es acudir a una boda. Además de saber de sobras todo lo que ello supone a nivel de tener que comprar el vestido, o traje, acorde para la ocasión, junto con todos los complementos que casen a la maravilla con éste; también tenemos que tener en cuenta las sesiones de maquillaje, peluquería, los presentes para los novios y, lo más importante, la dieta. Si, si, leéis bien. La dieta. Porque quien no ha soltado nunca la típica frase antes de la boda: “Uf, hoy no como mucho que mañana tengo una boda y ya comeré más de la cuenta”, o la del día de después: “Para nada tengo hambre. Ayer me llené demasiado en la boda. Hoy con un yogurt o una ensalada ligera, paso”.

Todos sabemos lo que una boda implica a nivel alimenticio. Por mucho que tratemos de redimirnos, no todos los días nos invitan a un acontecimiento de tan alta categoría y tenemos el gusto de comer en un restaurante habilitado y especializado en la preparación de complejos, sorprendentes y deliciosos menús de boda.

Es por ello que, aunque las tendencias ya lo marcan, a día de hoy tenemos que incluir en nuestro menú ese alimento que permita a nuestro estómago marcar un antes y un después de cada plato. Un alto en el camino que nos ayude a digerir y nos permita hacer un “break” entre el abundante aperitivo y el copioso menú de boda. ¿Cuál es ese plato? Tan sencillo como un digestivo en forma de sorbete o helado, preferiblemente, de sabores ácidos, como el melón, la hierbabuena, el limón, la mandarina y demás cítricos que, realmente, ayudan a nuestro estómago en la tarea de asimilar la gran cantidad de comida que ingerimos en el menú de toda boda.

Los digestivos de estas características son el elemento ideal entre los dos platos fuertes del banquete. Tras el aperitivo y el primer plato, viene bien un merecido descanso estomacal. Ahí es donde, se ha introducido el digestivo, para preparar luego a nuestro cuerpo para recibir el segundo plato, más consistente todavía que el primero, y el postre.

Este “entre-plato”, realmente beneficia a ambas partes en la consecución del menú de una boda. Por un lado, y el que principalmente nos afecta, darnos el necesario espacio de tiempo, y las sustancias, para que nuestro estómago asemeje los alimentos hasta entonces ingeridos; y por el otro, para los propios restauradores, quienes sirviendo este digestivo, disponen de un respiro para trabajar en la correcta presentación del siguiente plato del menú.

Ya lo sabéis, si queréis evitar que vuestros amigos y familiares se “quejen” de las inmensas cantidades de comida, o ayudarles a que no se les hagan tan pesadas, apuntaos un digestivo entre plato y plato del menú de boda para, de algún modo, colaborar junto con vuestro estómago a evitar futuros insufribles dolores e hinchazones de barriga por empacho. Qué al día siguiente, seguro, los habremos olvidado, pero al momento…

¿Carne o pescado?

¿Carne o pescado?

Esa suele ser una pregunta que aparece, y atormenta a las parejas, a la hora de diseñar el menú de bodas ideal. Después de haber degustado todos los sabores habidos y por haber en el aperitivo, y para lograr contentar al máximo de gente posible, ¿qué tenemos que poner ahora entre los platos principales de nuestro menú? ¿Carne? ¿Pescado? ¿Ambos? ¿Ninguno?

Como todo en esta vida, las posibilidades son varias. Nunca terminaremos de acertar con las preferencias y gustos de todas las personas que asisten a nuestra boda, por lo que, por muy presionados que nos sintamos, tenemos que obrar en calidad de anfitriones y decidir por nosotros mismos.

Tomar la decisión, es difícil. Todos los platos parecen adecuados y siempre surge algún “pero” que termina por eliminar el que parecía el definitivo.

Cuánto al tipo de alimento que introducir surge esta duda: los invitados ¿qué querrán? Después de hartarse a comer en el pica-pica, ¿serán más de carne, o de pescado? ¿Preferirán algo más ligero, o bien por el contrario seguirán con hambre y esperarán encontrarse con un suculento y gran trozo de carne?

La verdad es que, como expertos asistentes de bodas, y tras haber confeccionado miles de menús de bodas, hemos podido percibir como gran parte de las parejas que se casan, toman la vía más lógica: combinar ambos. Dar a sus invitados la opción de no tener que elegir y disfrutar de los dos alimentos: carne y pescado. Sólo que, obviamente, servidos de modo que cada uno responda a su función dentro del menú de bodas.

Por ejemplo, una solución que creemos que es apropiada, es la de introducir el pescado en un primer plato, más ligero, pues los invitados llegan con el vientre hinchado tras, literalmente, “ponerse las botas” en el aperitivo inicial. Una ensalada peculiar que contenga una gambas aliñadas con su toque especial, unos rollitos de salmón ahumado rellenos, o, porque no, unos canelones, o lasaña fresca, de pescado. Hasta aquí hemos introducido el pescado de distintos modos, con platos que, si queremos, no son para nada muy pesados.

Es el turno pues de la carne. Aunque el problema ya lo hemos solucionado porque no sabíamos cómo introducir ambos platos, que suelen considerarse fuertes en toda comida que se precie. Habiendo introducido parte de pescado en el primer plato, sólo debemos escoger qué carne y cómo vamos a servirla. Qué decir que, lógicamente, es más sencillo introducir el pescado en un primer plato y de este modo ligero, que no la carne. Por tradición, la carne es un alimento mucho más consistente, digno de ser el plato fuerte de toda comida, por ello, es más fácil dejarla para el final.

La elección decisiva la tenéis vosotros. Mejor que nadie sois quiénes conocéis las preferencias de vuestros invitados, así como las propias. Escoger uno u otro plato no determinará el éxito, o el fracaso, de toda una celebración que se mide por el cómputo global de su desarrollo, no por servir una ensalada delicatesen y pescado, o carne, en su salsa.

Valorad pues todas las opciones y escoged la que más os convenga y apetezca.

Las tartas nupciales

Las tartas nupciales

 

Las bodas son acontecimientos repletos de secretos: el vestido de la novia, el restaurante elegido, el menú de bodas, las sorpresas que puedan devenirse a lo largo de la celebración… Y otro de los platos fuertes del día: la tarta nupcial.

Con el paso del tiempo la evolución de ésta ha sido sorprendente. Empezamos hace años con un pastel más bien clásico, y hoy hemos llegado a extremos asombrosos con tartas que no cumplen con la típica imagen que tenemos del pastel que no puede fallar en cualquier casamiento.

Edificios de varios pisos, formas extravagantes que pretenden imitar algún detalle especial para los novios, incluso tartas elaboradas por porciones individuales, más fácil de servir para el personal del restaurante.

Elegir la tarta para vuestro gran día es otro punto clave. Además de con el menú de bodas, con el que siempre se sorprenden unos y otros, si lo vuestro es llamar la atención, la tarta nupcial puede ser el elemento perfecto para dar el cante y que nadie olvide el día de vuestra boda.

La libertad es inescrutable. Dentro de los límites de la imaginación, y respetando siempre las leyes de la gravedad, todo está permitido. En nuestro país no se ha tomado por costumbre contar con pasteles demasiado drásticos. Más bien, somos bastante clásicos, aunque vamos actualizando la corriente a las tendencias más innovadoras de tartas nupciales. La tematización de bodas, tampoco es nuestro punto fuerte. Para esto ya están los americanos. Y es que la verdad, es así.

¿Quién no se ha sentado frente al televisor y en determinados canales se ha topado con programas dedicados, única y exclusivamente, a seguir a los pasteleros encargados de diseñar el pastel ideal para cada pareja de novios que se casa? Novios que buscan ese punto de inflexión en su enlace. A veces dar la nota, otras sorprender, pero siempre con el mismo fin: que sea permanentemente recordada y se hable de ella.

Desde maquetas de cualquier elemento que respondan a algún detalle relacionado con los novios, hasta un apocalipsis azucarado. ¿Qué tal si convertimos a los novios en tarta? He aquí una selección de las tartas más extrañas que se pueden ver, por increíble que parezca.

Las tendencias actuales en tartas nupciales en nuestra casa son más recatadas, pero no por ello debéis amilanaros. Si tenéis ganas de ser el centro de atención con vuestro pastel de bodas, no dudéis en personalizarlo. La cuestión es disfrutar de ese dulce al final de la comida y cumplir con dos rituales inapelables cuando éste se nos presenta delante: cortarlo con la clásica espada y brindar por nuestro matrimonio, junto a nuestro marido o mujer, cruzando las copas. Da igual la forma de la tarta, o si nos hemos decantado por sabores tan atípicos como la crema, cuando hoy parece triunfar el chocolate. Lo importante es disfrutar de ese dulce momento único y compartirlo junto con nuestros familiares y amigos.

Tentempié: el rey de las bodas

Tentempié: el rey de las bodas

Una de las partes que mejor preparan los novios para el día de su boda, es toda la parte que se cierne sobre el restaurante. Básicamente, la mayor parte de esta celebración se sucede entre estas cuatro paredes y comida, mucha comida y bebida.

A nadie escapa que el día que vas a una boda, por muy pronto, o tarde que sea, no vas a comer nada hasta que te lo sirvan allí. De por sí, siempre cometemos el error de comprarnos el vestido más ajustado, o el traje más entallado, para “lucir palmito” en el enlace, pero nos arrepentimos enseguida después de haber probado un par de trozos de jamón y una croqueta. Nos encontramos hinchados y parece mentira que, de ser devorados por la propia hambre, pasemos a ni mirarnos platos que se suceden por delante de nuestra vista con una pinta increíble.

La verdad es que, somos muchos los que, la mayor parte de veces, con un tentempié consistente y el pastel, o tarta, nupcial, habríamos cumplido con nuestras expectativas de una gran comida. Pero no, luego del pica-pica, con el que ya hemos hecho el cupo, queda un variado largo y tendido menú de bodas.

Quién sabe si por el miedo de quedarse cortos, o por lo que se nos llegan a ir los oídos y la vista cuando pactamos esta parte de nuestro enlace con los miembros del restaurante elegido; tendemos a presentar un aperitivo demasiado completo. Los invitados, aunque llegan hambrientos al convite, suelen quedar más que satisfechos con esta primera parte del menú de bodas.

Este tentempié debe responder a dos visiones. Nadie puede negar que es el rey de todas las bodas, por lo que si apostamos por invertir fuertemente en él, aprovechemos por reducir, en consecuencia, el menú en sí de la boda. En servir platos más ligeros y no muy cargados con guarniciones.

Mientras que, si por el contrario, ese mismo tentempié es más escueto, podremos recrearnos más en ofrecer un menú sólido, con platos fuertes y todos los acompañamientos que queramos.

Escoger una de estas opciones permite desarrollar una estrategia, u otra, a la hora de planear con los encargados del restaurante el menú de bodas.

En estos últimos tiempos, como decíamos, el aperitivo se ha convertido en el rey de los menús de bodas. Los invitados disfrutan, esperando a los novios, de pasar un rato agradable junto al resto de invitados y picando, por aquí y por allá, de platos con raras combinaciones, sorprendentemente deliciosas a la vez. Así que nos es de extrañar que en nuestra futura boda invirtamos en él. La recomendación que os hacemos. En tal caso, sin desmerecer la importancia de un buen tentempié, estad atentos al menú de boda que elegís.

Cuanto mayor sea vuestra inversión en esta primera parte, menor debería serlo en la segunda. Siempre habrá quien se quede con hambre, pero a grandes rasgos, seguro habréis acertado y vuestros invitados se irán, al final de la fiesta, satisfechos y con la barriga llena.

Qué no puede faltar en el aperitivo

Qué no puede faltar en el aperitivo

Después de la ceremonia en la que, al fin, los novios, se convierten en marido y mujer, para que negarlo, el mejor momento de toda boda es la hora de la comida. Sea un almuerzo, o una cena, la comida es todo lo que esperamos. El secreto mejor guardado, cómo van vestidos los novios, y principalmente la novia, ya se ha desvelado, por lo que después de eso, sólo nos queda descubrir qué esconde el menú de bodas. Pero, a veces, la espera se hace larga. Suerte que los organizadores del restaurante y los novios, piensan en todo para que sus invitados disfruten y sacien su hambre con un suculento tentempié.

El aperitivo, pica-pica, o como queráis llamarlo, se ha convertido con el paso del tiempo en el rey del menú de bodas. Nadie puede negarlo. Es el momento que más disfrutamos como invitados a un enlace. Después de todos los rituales estéticos por los que hemos pasado desde primera hora de la mañana para arreglarnos y sorprender, no más que los protagonistas del día, a conocidos y amigos de; y tras la emotiva ceremonia, civil o religiosa; el comer, más que una necesidad, se convierte en una exigencia para todos los estómagos.

Como el hambre nos devora, no necesitamos ni siquiera pensar en sentarnos alrededor de una mesa para disfrutar de una buena comida. Las delicadeces que se preparan para esa primera toma de contacto con el menú de bodas, cumplen con creces con las expectativas. Clásicos e innovaciones únicas. No hay plato que no nos sorprenda pero, ¿qué no puede faltar en el aperitivo de tu boda?

Hoy, queremos recomendaros desde aquí algunos platos y sugerencias sobre qué debéis incluir en este aperitivo si queréis triunfar entre vuestros invitados.

Un clásico que nunca falla: el jamón ibérico. Por nuestro carácter geográfico, no puede faltar, pero quedará mejor aún si en lugar de disponer platos con el jamón ya cortado, ponéis a un auténtico  jamonero cortándolo in situ para vuestros invitados.

Las innovaciones tampoco suelen fallar. Platos que no son servidos mediante un plato propiamente dicho. En forma de “pinchito”, cremas sorprendentes en vasitos de chupito, cazuelitas con porciones de alimentos que merece la pena mantener calientes… Estar de pie durante el aperitivo va genial para poder deambular por el espacio e ir descubriendo las maravillas que esconde cada mesa, pero a la vez, resulta engorroso encontrar demasiados platos, la mitad vacíos, que ocupan un espacio necesario para poder reponer con nuevos, o dejar el vaso con el cóctel de bienvenida.

Y otra de las cosas que no dejan nunca indiferente a uno: las novedades más extrañas. Es decir, clásicos como las croquetas, los buñuelos o las aceitunas, no suelen faltar entre los platos a disponer, pero, estamos en una boda. En casa sabemos preparar todo esto, ¡hoy queremos sorpresas! Probar mezclas increíbles y combinar texturas que para nada casan, a primera vista. Es por eso que merece la pena invertir en tu aperitivo del menú de bodas en combinaciones únicas que respondan a esa curiosidad que tenemos todos.

Un último consejo, combinación de clásicos y de no tan clásicos, pero siempre cosas que también nos sean fáciles de tomar, lo último que queremos es atragantarnos y aguar la fiesta antes que comience.

Restaurante Bodas Terrassa: Buenas Razones para escoger tu restaurante de Bodas

 

A continuación, queremos darte siete buenas razones desde el Blog de Restaurante Bodas para escoger el Restaurante de Bodas Can Mauri. El Restaurante Can Mauri es un restaurante indicado para la celebración de Bodas Intimas en Terrassa, Bodas personalizadas en Terrassa o cualquier tipo de Banquete de Bodas Terrassa.

 

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La Masia de Can Mauri por su ubicación, entorno natural y calidad en sus fogones es el restaurante de bodas perfecto para los que deseen contar con un restaurante de bodas cerca de la ciudad de Terrassa. Actualmente, Can Mauri es la primera referencia en el ámbito de las Bodas para los ciudadanos de Sabadell, Terrassa y Sant Cugat.

A continuación escribimos sobre siete buenas razones para realizar tu boda en el Restaurante de Bodas La Masia de Can Mauri:

–          El Entorno Natural: Ningún otro Can o Masia te ofrece las vistas que nos ofrece el entorno natural donde se ubica esta espectacular Masia. De todos losrestaurantes de boda cerca de Terrassa la Masia de Can Mauri ofrece unas posibilidades infinitas, todas ellas rodeadas del mejor entorno, sin rastro de la civilización, y aportando un matiz a la celebración que solo las colinas, bosques y campos del Vallès Occidental nos pueden ofrecer.

–          Las zonas ajardinadas: Solo las zonas exteriores de la Masia de Can Mauri, conseguirán que la celebración pueda contar con una zona de catering al aire libre como nunca imaginaste. Además, la gerencia de Can Mauri cuenta con la experiencia más contrastada en este tipo de celebraciones, y te asesorarán en todo momento en como decorar las zonas exteriores para conseguir la boda personalizada con la que siempre soñaste cerca de Terrassa.

–          La ceremonia: Can Mauri te ofrece la posibilidad de realizar la ceremonia y el banquete en el mismo lugar, a pocos minutos de Terrassa y en el mejor restaurante de bodas de la zona. Can Mauri cuenta con el altar que necesitas.

–          La comida: En la Masia Can Mauri apuestan por una fusión de comida Rustica y Vanguardista, aportando platos clásicos pero con el toque más sofisticado del momento. Es un restaurante de bodas cerca de Terrassa que ofrece la mejor calidad en las materias primas de sus platos.

–          Zona de aparcamiento: Sabemos lo que molesta no encontrar aparcamiento, más si se trata de una celebración tan importante y en la que asistirán tantos invitados a la boda. La Masia de Can Mauri dispone de una parking de gran capacidad de excelente comunicación.

–          Historia: Es muy importante escoger un restaurante de bodas con encanto y que disponga de una magia acorde con tal evento. La Masia de Can Mauri es un monumento histórico que cuenta con varios siglos de historia, por esto, cuenta con una “magia” que ningún restaurante bodas de Terrassa cuenta.

–          Wedding Planer: Es muy importante contar con un Wedding Planner para tu boda, si más no, contar con un restaurante que disponga de una larga trayectoria para que te puedan asesorar y conseguir el trato más personalizado. La gerencia de Can Mauri, aunque no dispongan de una agencia de Wedding Planner, te ofrecerán consejos y la ayuda que pocas  agencias Wedding Planner te podrán ofrecer.

 

Esperamos que este post desdeRestaurante Bodas te ayude a escoger el restaurante perfecto para tu boda personalizada, boda íntima o banquete de boda.

MITOS Y CREENCIAS DE BODAS. TODO LO QUE TIENES DE SABER.

 

Uno de los días más señalados, el día de nuestra boda todos los amigos, allegados y familiares te recomendarán y te ofrecerán consejos para conseguir llevar una vida de casada o casado de la manera más feliz feliz, explicándote ciertos mitos o creencias.
Este tipo supersticiones se han transmitido de padres a hijos desde muchas décadas atrás, es decir, se han heredado de generación en generación.

Lo peor que pueden hacer los novios es dejarse preocupar por este tupo de creencias y mitos, dejándose llevar por tales consejos que muchas veces se han generalizado sin motivo. Para el día de tu boda tienes de estar despreocupado de todo ello, tienes de estar preparado para vivir el momento. Respirar al máximo tal día tan especial.

La amargura tiene de enterrarse para tal día, porque si te dejas influir por tales creencias y mitos, pondrás al timón de vuestra relación las experiencias de otros. Que seáis vosotros sin influencia de tales creencias o mitos  los que escribáis vuestra historia de amor.

Pero si aún así eres algo supersticioso y quieres evitar correr riesgos, te dejaremos a continuación los mitos o creencias más populares.

TRAE MALA SUERTE VER A LA NOVIA ANTES DE LA BODA

Así que evita encontrártela, cruzarte con ella e infórmate con antelación de donde guarda el vestido para nunca encontrarlo ni de casualidad.

EL NOVIO NO DEBE VER A LA NOVIA

Esta creencia dice que el novio no debe ver a la novia, ni el vestido, antes de la boda así que escóndete de su mirada si sabes que anda por ahí.

NI SE TE OCURRA LLEVAR PERLAS

Utiliza diamantes que por su simbologia, al poseer una dureza y un brillante incomparable, te traerá prosperidad al matrimonio. Las perlas simbolizan la tristeza por su similitud con las lagrimas, y llevarlas, puede causar la desgracia en tu vida sentimental. ¡Evita las perlas!
TU REFLEJO EN EL ESPEJO TE TRAERÁ BUENA SUERTE
Uno de los mitos más generalizados, es que verse a uno mismo en un espejo trae buena suerte para tu boda. ¡Lo que tienes de hacer antes de coger el coche e ir a la ceremonia es contemplarte en el espejo!

LA CORBATA BIEN DERECHA
La novia tiene de cerciorarse de que el novio lleva la corbata bien derecha, porque si está torcida, el novio será infiel durante el matrimonio. ¡Solo es un mito pero mejor asegurarse!

LAS FLORES ROJAS NO SON EL SÍMBOLO DEL AMOR
Solo es un mito, pero las rosas rojas o otro tipo de flores rojas en el ramo de la novia puede influir en que el matrimonio termine antes de tiempo. ¡Con lo bonitas que son! 

EL MARTES EL DÍA DE LA MALA SUERTE
El martes fue nombrado así por el dios de Marte, el dios bélico, el Dios de la guerra… ¿Casarnos un martes provocara turbulencias, discordias y conflictos en nuestro matrimonio?

El lunes es el día que los antiguos dedicaron a la luna, símbolo de bendición. ¡Cásate un lunes y estarás bendecido en el amor!
¿Pero sabéis que? El viernes es el día de Venus. La diosa del amor. Definitivamente el mejor día para casarse es un viernes.

LA CUESTA DE ENERO
Se cree que casarse en Enero provocará la ruina económica a tu matrimonio. Sea por lo que sea… Si después de los gastos económicos de las navidades tenemos de organizar e invertir en nuestra boda, nos dejará un lastre económico difícil de solventar.

LAGRIMAS DE PROSPERIDAD

Si la novia llora el día de la boda, la suerte en tu matrimonio está asegurado dice la tradición, porque no tendrá de volver a llorar una vez se encuentre casada ¡Que no se te corra el maquillaje ni se te hinchen los ojos!

TANTOS HIJOS COMO GOTAS CAEN DEL CIELO
Dicen que la lluvia en el día de tu boda es buena suerte. El agua, es el símbolo de la fertilidad…. Dice la tradición que si el día de tu boda llueve tendrás muchos hijos y descendientes.

SI ROMPES ALGO QUE NO SEA UN ESPEJO
No te preocupes si rompes algo, no significa mal augurio… Pero si rompes un espejo, recuerda que la vida te castigará con 7 años de desgracia…