Restaurante-bodas: ¿Bodas interiores o exteriores?

Con el invierno parece ser que el flujo de celebraciones de estas características mengua, pero nada más lejos de la realidad. Hay muchas personas que, precisamente, por las ventajas que supone disponer de fechas al alcance de la mano, pagar menos por los servicios y celebrar este acontecimiento en un enclave con características totalmente diferentes a la gran mayoría de gente, escoge esta época del año para celebrar su boda. En nuestro restaurante bodas, estamos abiertos los 365 días que ocupa para hacer que vuestro día especial se haga realidad. Hoy, en nuestro blog de restaurante bodas pero, queremos hacer referencia a una condición que viene a veces precedida por las inclemencias del tiempo, y es el decidir si queremos tener una boda de interior, o bien de exterior.

Con el invierno parece lógico que nuestra elección pasa por una boda de interiores, si bien los nuevos avances ponen en entredicho esta situación al permitir crear ambientes cálidos con carpas herméticamente cerradas. ¿Ventajas? Disfrutar de las vistas a través de la carpa, o las facilidades de encontrarse fuera para fumadores. Pero, más allá de ello, lo cierto es que estas grandes dudas nos invaden sobre todo durante el verano. El sofocante calor puede acabar con una boda en pleno mes de agosto al sol del mediodía, pero por otro lado, nada como cenar a la luz de la luna en una apetecible noche de julio. Entonces, ¿cuál es la elección acertada? La mejor decisión la tomaréis vosotros, junto con los organizadores y las posibilidades que éstos os ofrezcan, lo que hoy desde aquí podemos ofreceros son consejos e ideas muy actuales que han llevado a muchas parejas a escoger, una u otra opción, para celebrar la boda de sus sueños.

Por ejemplo, antes hablábamos de los fumadores. Éste es un gran qué desde que se ha instaurado en nuestro país la “Ley Antitabaco” que prohíbe expresamente fumar dentro de recintos de estas características. ¿Qué hay que hacer si se quiere fumar durante la celebración de una boda? Fácil y sencillo, salir al exterior del restaurante. Con una comida al aire libre, nuestros invitados podrían hacer lo propio sin dejar al resto de acompañantes esperando porque han tenido que salir a fumar, ya no digamos si son el novio o la novia quienes tienen esa necesidad. Otra apuesta para el exterior son las miles de posibilidades que ofrece la decoración. Imaginemos, un jardín repleto de flores, mesas adornadas, velas alrededor de una piscina iluminada con las iniciales de los novios flotando en el agua. ¿Y el fin de fiesta? Música en el exterior, con el obligatorio vals de la feliz pareja bajo un glorioso juego de fuegos artificiales. ¿Inconvenientes? Quizás los responsables de cocina tengan problemas para ir de aquí para allá con los platos del banquete de bodas, o si son restaurantes cercanos a la población, que los vecinos a ciertas horas les disguste la música a niveles acústicos nada acordes. Y obviamente, el rey que lo determina todo: el tiempo. Si vamos a tener una velada pasada por agua, nada como resguardarse en el interior, sea verano o invierno. Pero también, si debemos hacer que nuestros invitados sufran calores bochornosos, el frescor de los aires acondicionados nos salvará de sufrir un bochorno mayor por habernos equivocado.

Son muchos los aspectos y factores a tener en cuenta cuando organizamos nuestra boda y determinar si queremos que sea de interior o exterior, pero lo más importante es tenerlo todo en mente y junto con los organizadores, como los de nuestro restaurante bodas, planificar el evento con el convencimiento que éste será todo lo que esperamos.