Qué no puede faltar en el aperitivo

Qué no puede faltar en el aperitivo

Después de la ceremonia en la que, al fin, los novios, se convierten en marido y mujer, para que negarlo, el mejor momento de toda boda es la hora de la comida. Sea un almuerzo, o una cena, la comida es todo lo que esperamos. El secreto mejor guardado, cómo van vestidos los novios, y principalmente la novia, ya se ha desvelado, por lo que después de eso, sólo nos queda descubrir qué esconde el menú de bodas. Pero, a veces, la espera se hace larga. Suerte que los organizadores del restaurante y los novios, piensan en todo para que sus invitados disfruten y sacien su hambre con un suculento tentempié.

El aperitivo, pica-pica, o como queráis llamarlo, se ha convertido con el paso del tiempo en el rey del menú de bodas. Nadie puede negarlo. Es el momento que más disfrutamos como invitados a un enlace. Después de todos los rituales estéticos por los que hemos pasado desde primera hora de la mañana para arreglarnos y sorprender, no más que los protagonistas del día, a conocidos y amigos de; y tras la emotiva ceremonia, civil o religiosa; el comer, más que una necesidad, se convierte en una exigencia para todos los estómagos.

Como el hambre nos devora, no necesitamos ni siquiera pensar en sentarnos alrededor de una mesa para disfrutar de una buena comida. Las delicadeces que se preparan para esa primera toma de contacto con el menú de bodas, cumplen con creces con las expectativas. Clásicos e innovaciones únicas. No hay plato que no nos sorprenda pero, ¿qué no puede faltar en el aperitivo de tu boda?

Hoy, queremos recomendaros desde aquí algunos platos y sugerencias sobre qué debéis incluir en este aperitivo si queréis triunfar entre vuestros invitados.

Un clásico que nunca falla: el jamón ibérico. Por nuestro carácter geográfico, no puede faltar, pero quedará mejor aún si en lugar de disponer platos con el jamón ya cortado, ponéis a un auténtico  jamonero cortándolo in situ para vuestros invitados.

Las innovaciones tampoco suelen fallar. Platos que no son servidos mediante un plato propiamente dicho. En forma de “pinchito”, cremas sorprendentes en vasitos de chupito, cazuelitas con porciones de alimentos que merece la pena mantener calientes… Estar de pie durante el aperitivo va genial para poder deambular por el espacio e ir descubriendo las maravillas que esconde cada mesa, pero a la vez, resulta engorroso encontrar demasiados platos, la mitad vacíos, que ocupan un espacio necesario para poder reponer con nuevos, o dejar el vaso con el cóctel de bienvenida.

Y otra de las cosas que no dejan nunca indiferente a uno: las novedades más extrañas. Es decir, clásicos como las croquetas, los buñuelos o las aceitunas, no suelen faltar entre los platos a disponer, pero, estamos en una boda. En casa sabemos preparar todo esto, ¡hoy queremos sorpresas! Probar mezclas increíbles y combinar texturas que para nada casan, a primera vista. Es por eso que merece la pena invertir en tu aperitivo del menú de bodas en combinaciones únicas que respondan a esa curiosidad que tenemos todos.

Un último consejo, combinación de clásicos y de no tan clásicos, pero siempre cosas que también nos sean fáciles de tomar, lo último que queremos es atragantarnos y aguar la fiesta antes que comience.